Terapia para adolescentes
“La adolescencia es un nuevo nacimiento, ya que con ella nacen rasgos humanos más completos y más altos.” G. Stanley Hall
Los jóvenes entre 14 y 23 años se encuentran viviendo una fase muy intensa de sus vidas: la transición de ser niño a convertirse en adulto. Todos los/las chicos/as se enfrentan a cambios constantes: su cuerpo cambia, su personalidad cambia, su forma de relacionarse cambia. Ya no son niños, pero al mismo tiempo todavía no se reconocen como adultos. Es una fase de cuestionamiento y búsqueda de respuestas a su pregunta: ¿quién soy?
Las dificultades a las que se enfrenta un joven en esta particular etapa de la vida pueden desembocar en estados de sufrimiento, miedo y desorientación. Solo quieren dejar de sentirse mal, encontrar un poco de equilibrio y ser entendidos.
Cuando un joven o sus padres acuden a pedir ayuda psicológica suele ser por los síntomas que el adolescente se queja y el objetivo es superar el obstáculo que le impide crecer y afirmarse como persona.
Es fundamental que el psicoterapeuta escuche las necesidades y deseos que se esconden tras el síntoma, teniendo en cuenta la edad del paciente que tiene delante y la importancia del entorno en el que vive.
Finalmente, en situaciones de impasse del joven en la realización de actividades significativas para su crecimiento, el psicoterapeuta debe poder contar con una red más: un grupo de profesionales que incluya educadores y trabajadores sociales que, colaborando, puedan responder a las diversas necesidades de desarrollo del paciente joven.
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